Crecer como personas y realizarnos en
nuestros trabajos son algunas de nuestras necesidades inherentes como
individuos para nuestro pleno desarrollo. La autorrealización se da
en un gran porcentaje cuando nos sentimos plenos en la labor que
realizamos, disponiendo de herramientas y destrezas que nos permitan
lograr objetivos mayores estimulantes en nuestra profesión.
Quienes desean impulsar su desarrollo
profesional no pocas veces se embarcan en cursos formativos, másteres
y seminarios, condición no suficiente para conseguir el impulso
necesario. En ocasiones acumulan una gran cantidad de cursos que con
el tiempo valoran como poco útiles y olvidan gran parte de lo
aprendido, sin haber tenido la oportunidad de complementarlo con las
herramientas y conocimientos que ya poseen, sin haberlo puesto en
práctica.
Circulan gran cantidad de currículos
que nos hablan de la larga vida académica y formativa de las
personas, junto a la laboral. Por lo general perfiles idénticos con
gran acumulación de cursos, que optan a un mismo puesto de trabajo.
Pero vivimos en una época donde los currículos profesionales han
perdido utilidad para representarnos profesionalmente. En ámbitos
como el sanitario los conocimientos son requisitos básicos para el
acceso profesional, aunque cada vez más nos encontramos con que son
necesarias otras características para el desarrollo de nuevas ideas
y proyectos profesionales, para el desarrollo de empresas y equipos
humanos, para el crecimiento de la calidad del servicio prestado, al
igual que para el mantenimiento de la actividad profesional ya puesta
en marcha.
Es la actitud, el talento y la riqueza
personal del individuo lo que marcará la diferencia en su profesión,
también sus habilidades sociales y no solo las profesionales propias
de un tipo de actividad. El conocimiento por tanto queda en un
segundo plano, aun siendo necesario e imprescindible.
A la hora de escoger un curso para tu
desarrollo profesional te proponemos:
- Valorar la calidad, más que la cantidad de horas formativas.
- Considerar su utilidad para poner en práctica lo aprendido recién terminada la formación, sin esperar a un futuro incierto en que las condiciones te favorezcan.
- Tantear si la formación puede suponerte un avance y enriquecimiento personal, además del avance profesional. El éxito de tu desarrollo profesional no se sostiene sin el desarrollo y la mejora personal.
- Conocer los testimonios de alumnos que ya realizaron el curso, su opinión tras éste y si es posible tras un tiempo después de realizarlo. Para ello recomendamos que busques una entidad que te ofrezca esta información y la posibilidad de contacto con antiguos alumnos de tu libre elección.
Estos sencillos consejos marcarán la
diferencia para emprender nuevos proyectos e impulsar tu profesión. ¡Salud y buen camino!
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