LA ESCUCHA REFLEXIVA en el profesional de la salud: cuando no escucha y genera obstáculos

 
Los pacientes que inician un tratamiento lo hacen con una amplia variedad de expectativas, esperanzas, miedos y preocupaciones. Es importante escucharles de forma reflexiva para comprender qué les trae hasta nosotros, crear un clima de apertura y confianza que permita que los pacientes analicen sus problemas.

Podemos delimitar doce tipos de respuestas que NO son indicadoras de escucha (Gordon, 1970), tan importante en el inicio del proceso:
1. Ordenar, dirigir o encargar.
2. Alertar o amenazar.
3. Dar consejo, realizar sugerencias, o sugerir soluciones.
4. Persuadir con lógica, discusión, o enseñanza.
5. Moralizar, sermonear, o decir a los pacientes lo que deberían hacer.
6. Estar en desacuerdo, juzgar, criticar, o culpabilizar.
7. Estar de acuerdo, aprobar, o rogar.
8. Culpabilizar, ridiculizar, o etiquetar.
9. Interpretar o analizar.
10. Reafirmar, simpatizar, o consolar.
11. Cuestionar o poner a prueba.
12. Retirarse, distraerse, hacer broma, o cambiar de tema.

Estas respuestas también son consideradas como OBSTÁCULOS para el paciente, porque surgen en su camino al tiempo que son generados por el profesional. En lugar de poder continuar analizando el camino hacia el cambio deseado, el paciente se ha de enfrentar con el obstáculo. Los obstáculos tienen el efecto de bloquear, paralizar, desviar, o cambiar la dirección deseada.



En estos casos, el profesional no escucha realmente, porque no da la ocasión al paciente de seguir hablando o de analizar la situación, por tanto no se le ayuda a analizar la ambivalencia, y en su lugar es empujado a tomar una decisión prematuramente. De esta manera encontramos que el tiempo del paciente es utilizado para sortear los obstáculos con los que se encuentra en la conversación.

María Hernández Bascuñana
Nutricionista, Coach y Terapeuta
www.bascuñana.net

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