Los frutos secos junto a una dieta mediterránea evitan el incremento de peso.

En Edusa ya veníamos recomendándolo desde años atrás, por los buenos resultados observados ante la ingesta diaria de cantidades moderadas de frutos secos naturales (sin freír, sin tostar y sin salar). Ahora la ciencia lo confirma. Así lo demuestra una investigación sobre 5.205 personas coordinada por la Universidad de Navarra y financiada por el Ministerio de Sanidad.


Las personas que siguen una dieta mediterránea con alto contenido en frutos secos engordan menos que quienes no ingieren este alimento. Es uno de los resultados de la investigación desarrollada por la Red PREDIMED (Alimentación Saludable en la Prevención Primaria de Enfermedades Crónicas), compuesta por 16 centros españoles y coordinada por el profesor de la Universidad de Navarra Miguel Ángel Martínez-González.

Este proyecto, que nació en 2003 para mostrar los beneficios de una alimentación sana en la prevención de dolencias crónicas, es una de las 16 redes temáticas que contó con la financiación del Ministerio de Sanidad y Consumo durante cuatro años (2007-2010). En este tiempo, PREDIMED amplió su espectro de estudio a las propiedades de la dieta mediterránea en la prevención del cáncer colorectal, de estómago, de mama y de pulmón; además de su papel frente al deterioro cognitivo, las demencias, la osteoporosis, las cataratas y la diabetes.

Los participantes en el ensayo, actualmente 5.205 personas con alto riesgo cardiovascular, acuden a sesiones educativas trimestrales, en grupos o individuales. Del mismo modo, reciben material de autoayuda y la provisión gratuita -en dos de los tres conjuntos de voluntarios- de aceite de oliva virgen y frutos secos. Al tercer bloque de pacientes se le asigna una dieta baja en grasa. Al finalizar este proceso se obtendrá información detallada de 9.000 personas, que habrán recibido una intervención educativa completa.

Investigadores de 8 comunidades autónomas

La Red Temática PREDIMED, coordinada por la Universidad de Navarra, está compuesta por 10 grupos de investigación y otros seis equipos del Centro de Investigación Biomédica en Red, CIBER, con los que trabajan de forma conjunta.

Esta iniciativa multicéntrica, formado por científicos de ocho comunidades autónomas, incluye, entre otras, a la Universidad Rovira i Virgili, el CSIC de Sevilla (Instituto de la Grasa), el Hospital de Belvitge, la Facultad de Medicina de Málaga; así como los departamentos de Medicina Preventiva y Salud Pública, y Fisiología y Nutrición de la Universidad de Navarra, dirigidos por los profesores Miguel Ángel Martínez-González y Alfredo Martínez, respectivamente.

Fruto de su labor, se han descubierto en el aceite de oliva virgen efectos protectores frente a las enfermedades coronarias, causantes de la mayor parte de los ataques cardiacos. Asimismo, la revista Annals of Internal Medicine ha publicado una evaluación muy favorable del estudio piloto de PREDIMED, donde destaca el papel protector de la dieta mediterránea frente a los factores de riesgo cardiovascular.


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