Recientemente se ha publicado en prensa médica una noticia que hace referencia a la influencia de los mayores niveles de ansiedad, derivados de la crisis económica, en el orden alimenticio y la obesidad. La crisis económica ha llevado a una situación social inestable, de tensión, estrés psicológico y ansiedad.
El estrés psicológico, a diferencia del estrés físico, generalmente contribuye a la sobrealimentación a través de la 'alimentación emocional', por la que comemos más por apetito que por necesidad fisiológica o hambre. Se manifiesta con un aumento de ingestas y/o el consumo de ingestas más calóricas y menos equilibradas nutricionalmente, que repercuten negativamente en el mantenimiento de la salud óptima y un peso adecuado. La situación suele agravarse con un desorden en el horario de comidas, sensación de pérdida de control, culpabilidad y rabia.
La incertidumbre, la desesperanza, el pánico y la tensión psicológica es tal que el paciente difícilmente puede mantener las riendas de su salud, tomar decisiones constructivas, ver con claridad, tener perspectiva y apreciar las oportunidades. En ocasiones siente estar atrapado en un túnel oscuro en el que no ve la salida, centrando su actividad en dar vueltas a los problemas y preocupaciones que urge solucionar, abandonando hábitos beneficiosos para la salud como hacer deporte, salir de casa, relacionarse socialmente, tener un orden en las comidas, etc.
El sobrepeso y la obesidad aumenta rápidamente, acarreando problemas de salud importantes o agravando los ya existentes. El control de la alimentación puede resultar ineficiente en estos casos, añadiendo más carga al paciente. La terapia y el Coaching ayudan a manejar las situaciones estresantes, reduciendo la ansiedad que paraliza y bloquea. Para ello se pueden emplear técnicas de relajación y autocontrol, trabajar la gestión emocional, la motivación a través de objetivos alcanzables, la alimentación consciente, la actitud positiva, la resolución de obstáculos, etc.
Es muy positivo hacer consciente al paciente de los 'recursos' de los que dispone para que aprecie las oportunidades. Los recursos pueden ser materiales, sociales, económicos, psicológicos, etc. Con ellos se aumenta el sentimiento de capacidad de avanzar para salir de la situación de malos hábitos en la que se encuentra. Si los recursos son escasos, se puede trabajar en determinar cuáles se necesitarían y qué hacer para conseguirlos.
En cualquier caso, para tratar la obesidad se necesita normalizar el estado emocional del paciente, sirviéndole de apoyo para que encuentre confianza y motivación.
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María Hernández Bascuñana | www.bascuñana.net
Nutricionista (col. CV320), Educadora en Salud.
Coach Profesional Sanitaria (ES001-AICOSAN), Coach Profesional Senior (CS129-AECOP).
Máster universitario en Psicología Positiva Aplicada a la Educación, la Salud y la Empresa.
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